12 jul 2010

Cuando un portero marca un gol



Hoy, tenemos resaca del mundial. Resaca de la roja. Resaca de Waka-Waka. Y es que anoche, fue una noche histórica e histérica, pues un país entero por una vez se puso de acuerdo en festejar algo a la vez, es escoger un color, y en gritar todos juntos el gol de la victoria.

Y ese gol trajo la alegría a todo un país por entero, pero sobre todo, a aquellas personas que lo hicieron posibles, los jugadores, personas que tuvieron un sueño y lo consiguieron. Personas que aún siendo dioses por una noche también demostraron que sobre todo son personas que tienen sentimientos.

Anoche, muchos se abrazarían, muchos saltarían de alegría, mucho se besarían, pero creo que anoche hubo un beso que brilló por encima de los demás. Porque era un beso real y puro, y necesario para el que lo dio y la que lo recibió. Y como otros besos histórico (por ejemplo, el de Doisneau o el de Times Square) quedarán en nuestro recuerdo para siempre, porque cuando hay amor, eso se ve.

Creo que anoche se marcaron dos goles: el de Iniesta que nos dio la victoria y el de Iker que nos tocó el corazón.


P.D. Ayer fue el día de los besos, y aunque no se tengan imágenes de todos, si permanecerán en el recuerdo y el corazón de quienes los dieron y lo recibieron.

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